Los beneficios de la formación en la empresa son múltiples y desde varios sectores. De hecho, para muchos es fundamental que cualquier cambio que se genere en el mercado exija una actualización de la formación de los RRHH en las empresas.
La formación en las empresas consiste en un proceso metacognitivo, apoyado en un diseño sistémico de formación y gestionado mediante autocontrol ejecutivo (McEachen, 1999).
Elementos que integran este tipo de formación:
- Proceso metacognitivo: Porque son los propios trabajadores los que deben conocer y definir sus necesidades de formación en relación con las funciones profesionales que les demanda la empresa.
- Diseño sistemático de formación: Porque la empresa puede entenderse como un conjunto de sistemas (de producción, de marketing, de gestión, etc.)( Stufflebeam y Shinklfield, 1987) interrelacionados; cada uno con sus necesidades de formación, todas las cuales habrá que integrar en un programa coherente de formación al servicio de los planteamientos estratégicos de la empresa.
- Gestionado mediante autocontrol ejecutivo: Porque serán los propios trabajadores de la empresa los que monitorizarán la adquisición y el desarrollo de sus competencias a lo largo secuencia de actividades de formación (o programa) diseñada y ofertada por la empresa.
Todo programa de formación ha de estar diseñado de manera que permita la reflexión consciente de los sujetos acerca de su tarea productiva y que les haga comprender la interdependencia entre los objetivos empresariales y los personales. Este valor de consciencia favorece la transferencia de los conocimientos recibidos en los cursos a las tareas productivas con lo que la calidad de la formación y la de los bienes y servicios se ven favorecidas en gran medida.
En el proceso de formación, el formador pasa a ser un mediador que ejerce una función facilitadora de la formación: se sitúa no frente al sujeto, sino junto él para ayudarle a adaptar sus perfiles personales a las demandas del proyecto empresarial en que está integrado.
Beneficios de la formación en el conjunto de la empresa.
La formación es una macro-estrategia de primera magnitud para la optimización de la productividad debido a que potencia el desarrollo personal profesional y la comunicación entre los componentes de los equipos de trabajo. Como parte del diseño integral de la empresa la unidad de formación del departamento de recursos humanos debe ser apoyada por los directivos como un factor más de negocio.
El plan de formación debe contener el conjunto de procesos sistematizados o ‘película’ de todas las acciones formativas a desarrollar en la empresa a corto, medio y largo plazo. También debe estar perfectamente integrado en el diseño general del Departamento de RRHH, por lo que el responsable de formación está incluido en el equipo de RRHH de la empresa (Santana y Álvarez, 1996; Mateo y otros, 1998) junto a los responsables de la selección de personal, de relaciones laborales y de ergonomía, bajo la jefatura del director de RR.HH.
El plan de formación debe responder a las demandas de la dirección ejecutiva de la empresa en relación con los problemas reales que ésta plantee dentro de su plan global de mejora de la productividad y de la competitividad:
- Incremento de la calidad total al aumentar la tolerancia a mayores niveles de auditoría.
- Reducción de los gastos por bajas médicas al promover la adecuación ergonómica de los distintos puestos de trabajo
- Refuerzo de la imagen corporativa mediante la reducción de los productos defectuosos que de otra forma engrosarían el monto de devoluciones por parte de los clientes
- Concienciación de los empleados sobre la obsolescencia de determinadas tareas, tradicionalmente desempeñadas. O lo que es lo mismo, detección y supresión de tareas ralentizadoras de la productividad.
Para que los beneficios de la formación en la empresa tengan una repercusión positiva, es necesario que el diseño de formación tenga una dirección facultativa por parte de profesionales competentes en la materia. Por ello la unidad de formación del departamento de recursos humanos debe estar bajo la dirección de un especialista en el área, o al menos disponer de este especialista como consultivo a las órdenes directas del jefe de dicha unidad.
Podrán hacerse las cosas de otra manera dado que algunas personas piensan que cualquiera puede enseñar, pero en este caso y como hemos observado en numerosos diseños no profesionales de formación, al no disponer los formadores de una metodología didáctica fundamentada lo que ocurre es que se reproducen las propias experiencias académicas con resultados muy escolares pero poco satisfactorios y nada empresariales.
En el departamento de recursos humanos la actividad de formación se encuentra muy relacionada con la de selección. Así, en el caso de un pedagogo o psicopedagogo que trabaje en la unidad de formación del Departamento de RRHH de una empresa y que lleve a cabo actividades de formación de personal, éste, además de tener un conocimiento experto de los programas de formación a desarrollar, también podrá asesorar a los responsables de selección en relación con los perfiles basales de habilidades profesionales que se están necesitando en la empresa.
Beneficios de la formación para el personal de la empresa.
El factor humano es un elemento que debidamente administrado produce los efectos más favorables en los objetivos de producción de la empresa.
La formación es un procedimiento que enriquece el factor humano de la empresa y cohesiona entre sí a las personas que la componen. Estas personas cuando sienten atendida de manera continuada sus verdaderas necesidades de formación pueden llegar a percibir los objetivos de la empresa como propios y desempeñar su labor no sólo aportando soluciones a los problemas sino evitando que éstos aparezcan.
Cuando se aplica en la práctica un enfoque de mejora de las competencias profesionales se amplía también el abanico profesional, mejora el concepto que los empleados tienen de sí mismos y se reduce el estrés laboral al disponer los sujetos de un catálogo más amplio de alternativas para la resolución de los problemas de producción (Pereda y Berrocal, 1999).
La ampliación del abanico profesional que la formación procura produce también el efecto de un saludable sentimiento de independencia con respecto a la empresa. Al igual que los padres ven con buenos ojos que a partir de cierta edad sus hijos no sean totalmente dependiente de ellos, en muchas empresas se concibe de forma positiva que algunos de sus empleados tengan un proyecto profesional propio y sin vinculación exclusiva a la compañía.
La mejora de la auto-imagen se explica porque una persona que se somete a la tensión del aprendizaje se siente viva; y el aspecto en cierto modo escolar de la formación hace que surjan sentimientos relativos a la recuperación del tiempo perdido, como diría Marcel Proust.
La participación en procesos de análisis sobre las tareas desempeñadas en la empresa, en los que se llega a la solución con el esfuerzo propio y con la mediación de formadores competentes, es una experiencia que suele reforzar la moral individual y colectiva.
La formación desarrollada en la empresa debe estar diseñada para satisfacer las necesidades concretas de ésta. Habrán de evitándose coloristas programas de formación que a medio y largo plazo enriquecen la cultura general de los empleados y sus hobbies, pero que no inciden directamente en la mejora de la productividad.
Esta formación centrada en las habilidades que demanda la productividad reduce de forma significativa el estrés laboral de los operarios ya que les dota de un inventario más amplio para la resolución de los problemas que el trabajo cotidiano plantea.
BENEFICIOS DE LA FORMACIÓN EN LA EMPRESA
- Productividad por eliminación de tareas irrelevantes
- Calidad por tolerancia al nivel de auditoría
- Salud laboral por adecuación ergonómica
- Imagen corporativa por la promoción del personal
- Fiabilidad de la producción y reducción de devoluciones
BENEFICIOS DE LA FORMACIÓN EN EL PERSONAL
- Mejora de las competencias profesionales
- Ampliación del abanico profesional
- Mejora de la auto-imagen
- Reducción del estrés en el formando por incremento de recursos profesionales
En algún momento, muchos hemos tenido la oportunidad de acceder a acciones formativas en nuestra empresa, por lo que nos resultaría muy interesante que nos dejarás un comentario sobre los beneficios de la formación que has detectado tras tu experiencia.
4 risposte
Sin duda es algo que tiene muchos beneficios tanto para la empresa como para sus propios trabajadores. Especialmente en sectores donde hay muchas novedades regularmente, para estar al día de esos cambios y ser lo más competitivos posibles.
Gracias por este blog, me parece muy buena la información y la forma como se aborda el tema. Considero que el proceso de enseñanza aprendizaje requiere de métodos efectivos y probados que logren los resultados esperados. Analizar el tipo de auditorio y buscar dinámicas que permitan que el conocimiento sea mejor comprendido e integrado son cosas básicas para un buen resultado. Actualmente también el uso de ayudas audiovisuales como videos o audios, podría ayudar también. Gracias por la información
Un artículo muy interesante. Desde luego, la formación en cualquier tipo de organización o empresa es imprescindible. Sus ventajas son muchísimas, ya que ofrecer la posibilidad de formar mediante diferentes cursos y acciones a los empleados, mejorando así su potencial, sus capacidades, sus habilidades y sus conocimientos. Les enriquece tanto a nivel personal como laboral, algo que realmente tiene un efecto realmente positivo en una empresa.
Una idea para impartir formación de este tipo, es usar una plataforma de formación online, a la que los usuarios pueden acceder desde cualquier lugar y a cualquier hora.
Muchísimas gracias EvolCampus, las posibilidades que genera la formación son muchas y sus beneficios notables tanto en el trabajador como en la entidad, estamos totalmente de acuerdo contigo. en cuanto a la formación on-line, para nosotros es la forma más accesible y flexible de adquirir nuevos conocimientos y actualizar competencias. Muchas Gracias!