Las mujeres representan a la mitad de la población. Sin embargo, su presencia y aportes han sido en muchos casos invisibilizados y subestimados. Por eso está necesaria la igualdad de género. Desde Frida Kahlo, a la que se la ha nombrado durante años como la pareja de Diego Rivera siendo ella misma una artista de renombre. Hasta la congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez. Que desde su elección en 2018, ha sufrido constantes críticas y ataques, haciendo referencia a su aspecto físico y su forma de vestir. Algo que nada influye en su faceta de líder y que no debería cuestionar ni invisibilizar el trabajo que hace por su distrito.
A pesar de estos obstáculos Ocasio-Cortez ha seguido luchando por ser una voz influyente en el Congreso de los Estados Unidos. Aboga por temas como la justicia social, la igualdad de género y la protección del medio ambiente.
Un ejemplo contemporáneo de como a pesar de la invisibilización y discriminación, las mujeres siguen superando obstáculos, teniendo impactos positivos reales en la sociedad y la política.
Por ello es importante destacar la lucha feminista y el papel de las mujeres en la lucha por los derechos humanos y la igualdad de género. A través de movimientos sociales y políticos las mujeres han conseguido conquistar derechos. Como por ejemplo el sufragio universal y la protección legal contra la violencia de género. Motivo por el cual el movimiento feminista ha tenido y sigue teniendo un papel clave en la visibilización de las desigualdades. Pero también en la ejecución de políticas públicas que promuevan la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Aunque esto no implica que todo esté conseguido. Solo nos indica el camino por el que debemos continuar para eliminar políticas desiguales y acabar con hechos increíbles de concebir en 2023. Aún existan más de 30 países dónde mujeres y niñas mueren sometidas a prácticas como la mutilación genital femenina. Debemos seguir unidos contra estas desigualdades, buscando juntos un futuro más igualitario. Un futuro donde ningún ser humano se vea en una situación de inferioridad por razones de raza, clase social, orientación sexual, religión o género.
Hoy, con motivo del día internacional de la mujer, aprovechamos para contar algunos ejemplos por los cuales la desigualdad de género sigue existiendo y la lucha feminista sigue siendo necesaria:
- Carga de trabajo doméstico y cuidados: A nivel europeo, un 78,7% de mujeres realizan a diario trabajos domésticos y trabajos de cuidados no remunerados. Frente a un 33,7% de los hombres. Esta carga de trabajo les impide tener las mismas oportunidades en el mercado laboral y limita su capacidad de desarrollo fuera del hogar.
- Falta de representación en puestos de liderazgo: Hay diversos factores que favorecen esta desigualdad. Algunos son la falta de oportunidades, los estereotipos de género y la falta de apoyo o mentoría.
- Estereotipos de género: Los estereotipos de género son creencias y expectativas culturales sobre lo que se considera apropiado para hombres y mujeres. Estos influyen especialmente cuando son inculcados desde la niñez. Pudiendo limitar las oportunidades de las mujeres a acceder a algunos ámbitos tradicionalmente masculinos como el tecnológico o empresarial.
- Brecha salarial: A nivel mundial, las mujeres siguen ganando menos que los hombres por el mismo trabajo y la misma cantidad de horas trabajadas. Esta brecha afecta a mujeres de todas las edades y niveles educativos y se traduce en menores ingresos a lo largo de su vida laboral.
- Violencia de género: La violencia de género es un problema grave en todo el mundo que afecta de manera directa a las mujeres. Este puede tomar muchas formas como el acoso sexual, la violencia doméstica e incluso la trata de personas.
Es importante destacar que estas razones no son exhaustivas y que existen múltiples factores que contribuyen a la desigualdad de género. Aunque las anteriormente nombradas son más que suficientes para poder decir que la lucha feminista sigue siendo necesaria. Estamos en el camino correcto, pero aún nos queda recorrido para conseguir una sociedad justa e igualitaria, donde hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades y derechos.